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Masturbación
Leila López Nieto

Leila López Nieto

7 MITOS SOBRE LA MASTURBACIÓN

El pasado día 7 de mayo se celebró en todo el mundo el Día de la Masturbación. Esta fecha surgió en 1994 cuando la Doctora Joycelyn Elders, pediatra y Secretaria de Salud del ex presidente Bill Clinton, entró en la historia de Estados Unidos por ser la primera afroamericana con ese puesto y por su intervención memorable ante la ONU, por la cual fue destituida de su puesto. En ella afirmó:

Con respecto a la masturbación, creo que es algo que forma parte de la sexualidad humana y tal vez debería ser enseñado.

Para la compañía fabricante de juguetes sexuales Good vibrations el cese de Joycelyn Elders fue la excusa perfecta para crear el Primer Día Mundial de la Masturbación.

La fecha, según la empresa, sirve para homenajear a la Dra. Elders, por atreverse a hablar públicamente y ante un Organismo Internacional, de este tema tabú.

Durante todo el mes de mayo, esta empresa estadounidense se dedica a organizar conferencias y financiar estudios sobre este tema que es propio de la salud del ser humano.

A continuación vamos a desmontar los 7 mitos más comunes sobre la masturbación:

Mito 1. La masturbación puede dañar los genitales.

Realidad: Es muy poco probable que las personas que se acarician el pene o las que se acarician la vulva, frotan su clítoris, usan vibradores, etc., se dañen los genitales. El propósito biológico de la vida es la reproducción, por lo que los genitales han evolucionado durante siglos para ser órganos fuertes y resistentes. El mayor riesgo que podemos encontrar es experimentar cierto escozor durante sesiones prolongadas. No obstante hay una solución para estas situaciones: la utilización de un lubricante. Puedes probar incluso con la  saliva, algún aceite vegetal o un lubricante comercial.

Mito 2. El 97% de las personas se masturban y el otro 3% mienten.

Realidad: La masturbación es común pero no tan universal como sugiere el mito. Según una encuesta reciente de una muestra representativa de 5.865 estadounidenses de 14 a 94 años realizada por investigadores del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, dependiendo de la edad, entre el 67% y el 94% de los hombres se había masturbado al menos una vez en la vida, y entre el 43% y el 67% lo habían hecho en el último mes. Las personas más jóvenes lo hacían con más frecuencia que los mayores. En las mujeres, entre el 43% y el 85% se habían masturbado, y entre el 21% y el 43% lo habían disfrutado en el último mes. Debido a que la masturbación todavía está estigmatizada, incluso en las encuestas anónimas algunas personas no lo admiten, por lo que es probable que las tasas reales sean algo más altas. Pero claramente, la masturbación no es universal. Si lo haces, está bien, y si no lo haces, también está bien. Es una elección totalmente personal.

Mito 3. Las mujeres pueden volverse adictas a los vibradores.

Realidad: No. Con el tiempo, algunas mujeres pueden aficionarse a la estimulación con vibradores y lo disfrutan tanto durante el sexo en solitario como en pareja. Es una preferencia personal, no una «adicción». Si una persona necesita de los vibradores para tener orgasmos, está bien ¿cuál es el problema? No hay nada malo en incorporar las vibraciones en el sexo con la pareja. Muchas parejas que lo intentan nunca vuelven atrás.

Mito 4. La masturbación puede agotarte sexualmente.

Realidad: Al nacer, no se te da un número predeterminado de orgasmos, y una vez que los atraviesas, eso es todo. No, no tenemos obsolescencia programada como los aparatos electrónicos. No hay límite en el número de orgasmos que la gente puede experimentar físicamente. Puede haber un límite en el número que quieres o puedes disfrutar cómodamente, pero no hay límite en el número de orgasmos que puedes tener, así que la masturbación no puede agotarlos. Tampoco la masturbación agota el esperma o el semen de los hombres. En hombres sin patologías y saludables, los testículos siempre están produciendo esperma y la próstata siempre está produciendo líquido seminal.

Mito 5. Los vibradores bloquean a las mujeres para tener sexo sin ellos.

¿Cocinar te bloquea para ir de vez en cuando a un buen restaurante? Lo mismo ocurre con el sexo con y sin vibradores. La vulva, el clítoris, los pezones y otras partes del cuerpo responden a la estimulación erótica sin importar de donde provenga: dedos, lengua, penes o vibradores. Los vibradores producen las sensaciones más intensas, por lo que la mayoría de las mujeres llegan al orgasmo más rápido. Pero el uso de vibradores, incluso con frecuencia, no cambia la capacidad de las mujeres para responder a otros tipos de estimulación sexual.

Los vibradores ayudan a las mujeres a responder a otros estímulos eróticos. Permiten a las mujeres experimentar toda la gama de su respuesta sexual, y sentirse más cómodas con su yo erótico. Un mayor conocimiento de nosotras mismas aprendido con un vibrador suele ayudar a las mujeres a responder a otros tipos de juegos sexuales.

Mito 6. La masturbación causa problemas de salud mental.

Realidad: Sólo causa uno, la culpa, generalmente esa culpa es el resultado de una educación y un contexto en el que habéis oído una y otra vez que masturbarse es algo antinatural, de personas pervertidas, y que hacerlo te lleva al mismo infierno. Pero todo experto o experta en sexualidad está de acuerdo: La masturbación es algo natural, saludable y no causa ningún problema de salud física o mental.

Dicho esto, otra cuestión es que se convierta en un acto obsesivo, que se realiza constantemente a lo largo del día y que su práctica interfiera en el desempeño de las actividades diarias habituales. Si la masturbación se convierte en un foco importante de tu vida y  tienes dificultades para conciliar tu masturbación con el resto de tu vida, te sugiero que consultes a un o una terapeuta.

Mito 7: Si estás en una relación estable, está mal masturbarse.

La masturbación es nuestra sexualidad original. Es una de las primeras formas en que los niños y las niñas aprenden a experimentar placer físico, a descubrir su cuerpo. Dejados a su suerte, los niños y las niñas son masturbadores entusiastas. ¿Por qué no? ¡Es tan divertido! Normalmente dejan de masturbarse (o lo hacen en secreto) en gran parte porque las personas adultas próximas les hacen sentir verguenza de ello.

Cuando la gente entra en relaciones sexuales, algunos piensan que está mal continuar masturbándose, que ya no debería ser necesario. Es como decir que no hay razón para ir al cine una vez que se tiene Netflix o HBO. Son experiencias diferentes y que cada persona debe decidir con total libertad sin sentimientos de culpa.

Por muy maravilloso que sea el sexo en pareja, también implica ciertas responsabilidades. Tienes que ser empático con ella, comunicarle lo que te excita y que ella te comunique también lo que le da placer, y crear acuerdos sexuales para mantener una buena relación. Pero mientras te masturbas, no hay nadie más a quien atender, nadie a quien complacer excepto a ti mismo, y eso puede ser maravilloso, incluso si estás en una relación fabulosa.

Además de ser nuestra sexualidad natural, la masturbación es la forma en que la gran mayoría de las personas aprenden lo que les excita. De la masturbación, de la búsqueda de nuestro propio placer, parte el autoconocimiento. ¿Por qué renunciar a la tarta de chocolate una vez que has descubierto la tarta de manzana? El sexo en pareja no reemplaza a la masturbación. Los dos son complementarios.

No puedes tener buen sexo con alguien hasta que aprendas a experimentarlo solo o sola. En terapia sexual incluso se recomienda hacerlo como parte del tratamiento de ciertas disfunciones sexuales.

Ahora bien, hay parejas en las que la masturbación puede causar problemas en sus relaciones. Pueden atribuirle diferentes significados. Para la mayoría de las personas, la masturbación es simplemente una forma agradable de relajarse, de sentir placer, una forma de auto-calma. Pero para otras, con ciertos perjuicios y tabús, ven la masturbación de sus parejas como una infidelidad. Por tanto, las parejas deberían siempre preguntarse qué significa la masturbación para ambas partes al inicio de la relación.

También puede ocurrir que haya personas que con la masturbación frecuente reduzcan el interés en el sexo con la pareja. Las personas que tienen relaciones consideradas estables necesitan dialogar y establecer frecuencias sexuales con las que ambos puedan vivir cómodamente, en el caso que la masturbación la consideren un problema que interfiere en sus relaciones sexuales. Pero si siempre prefieres jugar solo que hacer sexo con tu pareja, considera la posibilidad de que necesites terapia sexual.

Por último, aclarar que existen más mitos alrededor de la masturbación como aquel que decían muchas de nuestras abuelas de «no te masturbes que no vas a crecer». Personalmente creo que es saludable que todas las personas tengan sexo a solas, que disfruten libremente de su sexualidad, que se autoexploren y conozcan cada milímetro de su cuerpo. Adueñarnos de nuestro placer, conocernos, es multiplicar nuestro gozo.

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